Soy rebelde innato. Me rebelo contra lo establecido. ¿Quien lo estableció? ¿Porqué? ¿Porqué debo tomarlo como bueno si todo lo que rige las reglas de convivencia social están, por lo menos, jodidas?
En las escuelas nos educan para obedecer, para no discutir lo establecido. Nos duermen la capacidad de ser diferentes, de crear, de provocar. Crecemos dormidos y aceptamos vivir en ciudades sucias que contaminan. Criaderos de desigualdad y violencia, donde los criminales se hacen fuertes. No respetamos ni nos importa el medio ambiente. La indiferencia es lo mas común. Bastante tengo conmigo y mis ocho horas piensa la mente al borde del egoísmo y la envidia.
No hace falta ser el Che Guevara para ser un revolucionario. No en estos días tan tecnologicos los cuales vivimos atrapados por el celular. Algunos logran escapar, alejarse de la estupidez dominante. Basta con despertar y cuestionarse si existe otra forma de vivir. El mundo globalizado nos quiere iguales. La diversidad es inherente a la humanidad y eso nos aterra. La clave está en la tolerancia. ¿Somos capaces de tolerar al que piensa y actúa diferente? ¿Somos capaces de pensar en el bien común de la humanidad?
