miércoles, 14 de febrero de 2018

37

Me dije, ya no quiero más y decidí cambiar. Tan simple como eso.
Dediqué toda mi vida a esto. Soy como Olegario, el bicho de luz del cuento de Susana Olaondo. Anduve toda la vida con la bombilla de luz apagada. La solución era tan solo ajustarla. Y voalá, prende, se ilumina todo. Soy un bicho de luz. Era hora. Quizás mañana despierte y ya no tenga este mismo ímpetu. Pero no importa, no debo abandonar. Llévalo a papel. Visita a tu hermano y a tus amigos. Ama a tu mujer y a tus hijos. Créalo. Crea tu propia realidad.